Contenidos mínimos: Desde un posicionamiento ético-onto-epistémico que comprende a las Teorías como Grandes Relatos—es decir, como narrativas investidas de poder social en la disputa continua por las significaciones—esta asignatura busca gestar oportunidades para la concientización de las propias creencias (las narrativas en algún sentido minúsculas) en su relación con los Grandes Relatos vivos en la contemporaneidad y las posibilidades para la desestabilización de lo instituido y la refundación/performación de reexistencias. Por este motivo, el recorrido comienza con la escritura y la metalectura de la propia narrativa respecto de la educación, lo cual implica una coreografía para la enseñanza que compromete la voz de la/el/le estudiante en necesaria y simultánea interlocución y que altera lo frecuentemente considerado “contenido”. El primer gran contenido a trabajar, entonces, da audibilidad a lo conocido por cada estudiante, desde la convicción de que la ignorancia es un efecto del conocimiento, como nos enseña Eve Sedgewick. Nos rebelamos contra la convención de llamar “práctica” a la narrativa de inicio, pues reconocemos en ella la manifestación de un gran número de teorías. Luego de este primer momento, que toma como contenido la narrativa personal de la/el/le estudiante, el recorrido propone la discusión de las narrativas maestras contemporáneas (aquellos Grandes Relatos que con-forman las matrices de inteligibilidad en este tiempo-espacio), así como de los relatos que las disputan en diversos grados. Finalmente, el trayecto propuesto deviene en la exploración de la investigación como una práctica capaz de afectar y producir relatos (y producciones en otros lenguajes) como micromovimientos ético-políticos y estéticos. Los contenidos se disponen como flujos eróticos que interceptan también otras habituaciones académicas, tales como la intelectualización, la mediación lineal, la racionalidad evolucionista y retórica salvacionista Humanista, así como otras evangelizaciones de la positividad moderna. Estos flujos eróticos—es decir, 5 vivos y creativos—actúan como estados de olvido de sí mismo y en oposición a la cavilación y a la preocupación. Este encuentro también apuesta, entonces, a registrar teorías de la educación que aún no son pensables, posibles o legibles. Su propósito es hacer saltar el continuum del campo, en una futuridad antinormativa y desidentificada, justificar una lectura que restaure al placer por encima de las heridas de la objetivación, la normalidad y la colonialidad del realismo epistémico.