Descripción:
Introducción: Al hablar de la lírica o el teatro español del siglo XX, el nombre de Federico García Lorca acude inmediatamente para completar esa referencia. Sin embargo, este nombre trasciende el espacio temporal que cubrió la vida de Federico, para retrotraerse y abarcar el pasado del poeta, y para proyectarse más allá de su muerte. ¿Por qué el mencionar el nombre de ese hombre que nació al finalizar el siglo XIX (1898), en un pequeño pueblo de la España rural, parece llenar, decir y abarcarlo todo? Quizá esto suceda porque en un sólo nombre ese hombre albergaba una singular pluralidad en materia artística: García Lorca fue poeta y dramaturgo, pero también fue músico, dibujante, actor, director, cantor, recitador y guionista de cine; su obra responde a un programa estético comprometido con su tiempo, pero también en ella resuena, a veces lejano y otras muy próximo, el rumor de la tradición literaria y artística, una tradición que el poeta evoca, convoca y enlaza con los nuevos procedimientos estéticos que impregnaban el ambiente cultural en las primeras décadas de mil novecientos. (...)