Introducción: Una particular escena se repite a lo largo de muchos poemas y cuentos de Rubén Darío: aquella de los magos o las magas, la de las hadas o las reinas que dan, que ofrecen a otro -a otros- regalos que en un singular acto de entrega vuelven tanto al celebrado como al celebrante los sitios de un intercambio particularmente signado por la gratuidad. Baste recordar a la reina Mab -"El velo de la reina Mab"- repartiendo sus dones a los mortales, ofreciendo a los cuatro desdichados e impertinentes de la boardilla un velo azul "casi impalpable", el velo de los sueños -tan frágil e inconsútil como los límites entre la ensoñación poética y el mundo de lo real- que posee, ante la miseria circundante, la virtud de reparar la visión del ideal -el azul- en la tarea del artista. (..)