Descripción:
La Ilustración española intentó, a lo largo del siglo XVIII, una reforma educativa
con diferentes vertientes. Más allá del éxito o del fracaso de los diferentes programas de reforma, había algo en lo que todos los ilustrados coincidían: la transformación educativa era una necesidad. En este contexto se suscitaron diferentes propuestas que tuvieron como uno de sus ejes neurálgicos el lugar de la mujer.
En el presente trabajo pretendemos analizar el lugar de la mujer en los diferentes
discursos ilustrados, no solo como sujeto de enseñanza, sino también como enseñantes. En este sentido, entendemos que las propuestas ilustradas colocaban a la mujer en un nuevo rol, quizás no lo suficientemente progresista como se esperaba, pero sí diferente al que había ocupado durante la modernidad.