Descripción:
Entre mayo y junio de 1964 se desarrolló la etapa más importante del Plan de Lucha que la Confederación General del Trabajo (CGT) había anunciado durante el gobierno de José M. Guido (1962-1963). A lo largo de esos meses la central obrera incluyó en su protesta -además de las habituales huelgas, solicitadas y movilizaciones- la toma de fábricas. La ocupación de los establecimientos por parte de los obreros significó un salto cualitativo y cuantitativo –por la cantidad de fábricas afectadas y de trabajadores movilizados- en las prácticas de confrontación. El impacto simbólico de las tomas –en general por escaso tiempo y sin hechos de violencia- generó una fuerte conmoción para el gobierno de Illia (1963-1966), surgido en elecciones deslegitimadas por la proscripción del peronismo y poseedor de una base de apoyo exigua.