Descripción:
En este trabajo se traza un recorrido histórico de la literatura escrita para niños que tematiza la última dictadura. Para ello se comienza por los textos publicados durante ese periodo; el cuento “La torre de cubos” de Laura Devetach o “Un elefante ocupa mucho espacio” de Elsa Bornemann, algunos textos de Gustavo Roldán, que fueron prohibidos. Luego, a finales de
los años ochenta, con el advenimiento de la democracia, surge fuertemente la literatura escrita para niños como género, ya literario, ya editorial, en Argentina. En ambos momentos, los textos trabajan el conflicto a nivel simbólico; las narraciones presentan un estado de opresión de un universo sobre otro, de una forma de ver el mundo sobre otra. La dictadura no aparecerá tematizada de forma evidente en la literatura infantil hasta mediados de los noventa.
En los últimos veinte años, se han publicado novelas y cuentos, catalogados para lectores de entre siete y doce años, que abordan la dictadura y la desaparición de personas como temática principal. En muchos casos, quien narra es un niño, de una edad similar a la de los lectores propuestos, y cuenta la historia familiar atravesada por los acontecimientos históricos de una época. Esas voces, por otro lado, se convierten en representaciones de la infancia de una época que, en cada caso y contexto, tiene una modulación singular, pero en todas ellas se hace evidente el rol del niño como agente de búsqueda de la verdad histórica,
a partir de los retazos de información que recibe de los adultos y de la reconstrucción de su propia memoria.
Para el siguiente trabajo se abordan escenas de las novelas Manuela en el umbral de Mercedes Pérez Sabbi, El negro de París de Osvaldo Soriano y El mar y la serpiente de Paula Bombara. Centrando dicho análisis en las representaciones de infancia.