Resumen: Si aceptamos que una vasta zona de la teoría es territorial y autobiográfica, permítannos mirar hacia atrás y recordar que la problemática del espectador teatral nos viene desvelando desde hace casi tres décadas en la multiplicidad de compromisos que genera nuestro perfil de investigador participativo, aquel que coloca su laboratorio de investigación dentro del campo teatral, en el “barro” del campo, y cruza sinérgicamente Investigación Específica, Metainvestigación e Investigación Aplicada (Dubatti 2019k). Tradicionalmente se piensa que el movimiento es lineal y unidireccional de la Investigación Específica a la Investigación Aplicada: supuestamente, primero se investiga, mientras tanto se metainvestiga para poder investigar, y luego se aplica. Sin embargo, en nuestro caso también advertimos el trayecto inverso: de la Investigación Aplicada surgen contenidos centrales a considerar a posteriori en la Investigación Específica. Hay un conocimiento que surge en/con/desde/para el vínculo empírico con el campo teatral, resultado del crítico-investigador, el gestor-investigador, el docente-investigador, el espectador-investigador que se (auto)observa (Dubatti 2020h).(...)