Introducción: Desde los inicios de la educación formal, se han buscado constantemente vías innovadoras para enseñar y aprender. Desde el alfabeto tallado en tablillas de arcilla, hasta los libros impresos, la pizarra y la tiza, y más recientemente, los dispositivos digitales. Sin embargo, el último avance en esta evolución educativa promete ir más allá a través de la Inteligencia Artificial (IA). La IA ha emergido como un factor de profundo impacto en la vida cotidiana y puede definirse como ¨el diseño de máquinas o sistemas que imitan funciones cognitivas propias de las personas, tales como percibir, procesar, analizar, organizar, anticipar, interactuar, resolver problemas y, más recientemente, crear¨ (Morduchowickz, 2023, p. 15).
La IA se refiere a sistemas no humanos a los que, en un principio, se les atribuyen características humanas y se consideran análogos a la mente humana. Sin embargo, es importante reconocer que estos sistemas no existen de manera independiente, sino que están intrínsecamente conectados con los aspectos sociales, culturales, históricos y políticos. Los dispositivos y tecnologías poseen múltiples dimensiones y están inmersos en relaciones de poder, estrategias y contextos sociales. Al mismo tiempo, la evolución de estas tecnologías está vinculada a la evolución de los propios actores humanos (Deleuze, 1989; Grinberg 2022). (...)
Fil: Fernández, Gladys Vanesa. Universidad Nacional de Mar del Plata. Facultad de Humanidades. Instituto de Investigaciones sobre Sociedades, Territorios y Culturas; Argentina.
Fil: Orellano, Laura. Universidad Nacional de Mar del Plata. Facultad de Humanidades. Instituto de Investigaciones sobre Sociedades, Territorios y Culturas; Argentina.