Descripción:
Introducción: A mediados de junio de 1909, cuando Anatole France de visita en Buenos. Aires pronunció su última conferencia, presentó desde una perspectiva exterior toda una composición de la Argentina que paradójicamente coincidía con la que la elite local había alimentado desde largo tiempo. La Argentina asombraba al visitante francés porque en tanto nación nueva, parecía condensar en un período breve no sólo el proceso histórico europeo, sino ilustrar la expectativa de un potencial futuro en donde se limaran las contradicciones presentes en la sociedad del Viejo Mundo, La idea de una Argentina como nicho de modernidad y antesala del futuro, como una "Nueva Europa" no racista', aparecía ciertamente muy funcional al clima ideológico festivo con que la elite pretendía arribar al Centenario, y en cierto sentido, lo excedía. Pero lo que más asombraba a France, se fundaba en el hecho de que, en la periferia del mundo atlántico, pudiera encontrar un interlocutor cultural equivalente a sus aspiraciones de prestigio en tanto intelectual y visitante ilustre. (...)