Entre los temas recurrentes que se hallan presentes en las agendas gubernamentales, básicamente de los países y distritos provinciales y municipales latinoamericanos, se encuentra sin dudas la gestión ambiental del ámbito urbano y dentro de este vasto tema, los que tienen que ver con la degradación ambiental: los residuos sólidos urbanos (RSU), el deficitario saneamiento de las aguas residuales y pluviales, las malas condiciones de habitabilidad en los barrios pobres, los problemas de salud acarreados por las condiciones insanas del medio, la contaminación de variados tipos y las plagas urbanas, entre otros.
A los mencionados deben sumarse, además, todos los temas que integran el complejo de orden social que también acucia a las ciudades latinoamericanas en forma general y a algunos sectores territoriales y de población en particular: pobreza, déficit habitacional, desocupación, insuficiencia de los servicios sanitarios y educacionales, etc.
Todos ellos responden a problemas en la gestión urbana, deficiencias que están determinadas por un conjunto complejo de factores, entre los que se reconocen de manera directa los de orden político y económico y a una escala mayor los que se desprenden del estilo de desarrollo con el que cada país se encuentre identificado.
Los cambios que el proceso de globalización ha producido en todos los países del mundo se manifiestan de diversas maneras en cada uno de ellos de acuerdo al modo en que se insertan en el mismo y a las particularidades socio-económicas y políticas que cada uno ha construido a lo largo de su historia.
De la misma manera hacia el interior de cada país se manifiestan particularidades que se relacionan con las características de cada región en cuanto a su capacidad productiva y de integración territorial y en cada ciudad en función de las actividades prioritarias que allí se asientan, con el tamaño y cantidad de población alcanzado y con su localización en relación a las vías de circulación y conectividad inter e intrarregional.
Independientemente de estas consideraciones, es innegable que en el contexto latinoamericano, las ciudades se han transformado en los centros de desarrollo social y económico de cada país. Esto es así porque, en general, en el subcontinente alrededor del 80% de la población habita en áreas urbanas. Cada vez más las áreas rurales atraviesan un proceso de pérdida poblacional debido a múltiples factores entre los que se destacan la tecnificación de las tareas rurales, sobre todo las agrícolas, el avance de prácticas de monocultivo y la construcción social de imaginarios sobre la vida en las ciudades.
Lo cierto es que el resultado que arroja ésta realidad se torna conflictivo para las áreas urbanas desde el punto de vista socio-ambiental, con su directa traducción hacia lo político y económico. Muchos autores, siguiendo el análisis de sistemas complejos, han conceptualizado a esta situación como una crisis de sustentabilidad urbana, que se manifiesta en la cada vez mayor cantidad de población viviendo en situación de pobreza material, en ambientes degradados y marginados del mercado de trabajo y consumo y con estados municipales, provinciales y nacionales que no logran implementar las políticas necesarias para superar esa insustentabilidad.
Todas las ciudades latinoamericanas grandes e intermedias atraviesan de manera sistemática y similar por los mismos problemas del orden de los mencionados y en muchos casos varias de ellas intentan soluciones semejantes, sea por conocimiento de los resultados de esas experiencias o porque se adoptan e implementan programas regionales diseñados por organismos internacionales.
Aún así hay problemas que permanecen y se manifiestan con características casi idénticas, dos de ellos son la gran cantidad de residuos sólidos que se producen y la cantidad de población pobre que encuentra en ellos su vía de sustento produciendo serios impactos en varias escalas del espacio urbano: la propia vivienda del recolector y su entorno inmediato, asentamiento o barrio y la ciudad como espacio mayor de su actuación.
Los contenidos y alcances que acordaron un conjunto de países en la Cumbre de Río ’92, exponen una serie de temas y problemáticas ambientales a los que se enfrenta la gestión pública en búsqueda de hacer sustentable el desarrollo de sus países y ciudades. En tanto en las agendas locales que se desprenden de esos postulados, las temáticas asociadas a la generación y manejo de residuos sólidos urbanos alcanzan gran significación debido a los crecientes y complejos problemas ambientales que surgen a causa de ellos y a la incidencia económica que posee su tratamiento en los presupuestos municipales.
En tal sentido, Chabalgoity (2006)1 sostiene que actualmente esos problemas “se expresan, tanto en aspectos de índole social y económica asociados al manejo de residuos, como por la destrucción de valores y recursos naturales que a su vez inducen perjuicios graves para la salud y calidad de vida de crecientes segmentos de población”.
La gravedad de estos problemas puede comprenderse mejor si se atienden los datos emitidos por la CEPAL (2012)2 cuando expresa que “en las últimas décadas, la cantidad y diversidad de desechos y residuos sólidos que se producen en nuestras ciudades se ha incrementado, asociado a los cambios en los patrones de consumo en la era de la globalización y reestructuración productiva de los países y ciudades. En las ciudades de América Latina a fines de los años ’90, se generaban entre 0.5 y 1.2 kg. de basura/habitante en tanto en la actualidad [2012] ese valor se encuentra entre 0.8 y 1.6 kg, de basura/habitante”. En ambos casos se refiere al promedio diario. Entre los estudiosos del tema la perspectiva más arraigada es que esa cifra siga en aumento siguiendo el ritmo de crecimiento de la población en las ciudades grandes y medianas, por el desarrollo productivo que se registra en las mismas y por la expansión de patrones de consumo impuestos por la moda del “úselo y tírelo” que influye en la construcción de imaginarios de felicidad. Estas pautas, al igual que las crisis cada vez de mayor amplitud y profundidad están asociadas al estilo de desarrollo neoliberal impuesto por el proceso de globalización. Por esto el mayor impacto ambiental relacionado con la gestión de los RSU lo padecen las ciudades que aún se encuentran en crecimiento. En el caso argentino las ciudades donde se registra el mayor crecimiento en los últimos años son las de tamaño intermedio. En el caso de Mar del Plata, además del aumento de población, se registra extensión de la mancha urbana –fundamentalmente hacia el sector sur y oeste- e incremento del porcentaje de personas viviendo en malas condiciones materiales y de ingresos.
Según los datos del último Censo -2010- la ciudad alberga alrededor de 600.000 habitantes, y registró un crecimiento intercensal del 9%3; este porcentaje es el que demuestra una aceleración en el ritmo de incremento de población ya que en el intercenso anterior el porcentaje alcanzó 5.9%4.
Además debe tenerse en cuenta que de ese total aproximadamente el 7% es población pobre5, porcentaje que ha aumentado dos puntos porcentuales en el último año y medio.
En lo que respecta a inmuebles, ARBA (2010)6 (Agencia de Recaudación de la Provincia de Buenos Aires) a través del Departamento de Propiedad Inmueble indica que se ha “constatado un importante crecimiento de viviendas. Hay en la actualidad en Mar del Plata, 330 mil viviendas, mientras que en 2001 eran 290 mil”. En el mismo informe se sostiene que “hay zonas de Mar del Plata que en materia de nuevas viviendas, han registrado aumentos importantes. Se trata concretamente de crecimientos notables en la periferia, especialmente el área sur y en la zona oeste, inclusive por fuera del ejido urbano *…+ además de estas zonas de fuerte crecimiento, el micro y macrocentro también creció por la gran cantidad de torres y edificios construidos en los últimos años. Hay un cambio de modalidad en materia de viviendas, por el que se transforma la carga de unidades habitacionales sobre cada parcela de terreno”. Las referencias anteriores son las que permiten sostener que Mar del Plata es una ciudad que mantiene las características de crecimiento de las ciudades intermedias de Argentina: acelera el ritmo de crecimiento de la población, manifiesta aumento de población pobre; registra un fuerte crecimiento en el número de viviendas y se extiende en el territorio. A partir de la observación de estas problemáticas –abundante generación de residuos, alto porcentaje de población pobre y un nutrido grupo social dedicado a la recolección informal de desechos recuperables como medio de vida- y considerando la importancia que les da Naciones Unidas, surgió el interés por profundizar su estudio desde la amplitud que permite la óptica geográfica al considerar aspectos sociales, económicos y ambientales en un territorio específico. Así es que se definió como tema de trabajo la Recolección Informal de Residuos Sólidos, formados por materiales reciclables como cartón, papel, plásticos, metales, telas y tejidos, maderas, vidrio, materiales para la construcción, etc. A partir de ese enunciado se amplió la propuesta hacia el análisis de una problemática que se vincula con el perfil socio-económico del segmento poblacional al que pertenecen los recolectores y con las características de los circuitos económicos a los que reingresan esos materiales recolectados. Se llegó de esa manera a plantear como hipótesis que “La recolección informal de residuos es una práctica que eslabona los engranajes de un círculo vicioso definido por las pautas de consumo que se relacionan con el nivel de desarrollo, las características de los circuitos económicos urbanos, los déficit socio económicos de un segmento poblacional y el impacto que tal conjunto produce en el ambiente”, cuya comprobación se persiguió a partir de los siguientes objetivos:
- Caracterizar los circuitos de la economía urbana.
- Explicar la forma en que se vincula la actividad “del cartoneo” con los circuitos económicos de la ciudad y de otras escalas territoriales.
- Caracterizar al segmento social del que forman parte los recolectores informales.
- Analizar las particularidades de la actividad de “cirujeo”.
- Evaluar el impacto socio-económico, político y ambiental que produce la actividad del "cartoneo”.
Estos objetivos fueron desarrollados en sus aspectos teóricos y puntualmente la caracterización de la recolección informal se desarrolló prácticamente en su totalidad en base a la información obtenida a través de entrevistas realizadas a los mismos actores intervinientes, bajo la metodología de la observación participativa, como se explicará en el apartado que sigue.
El trabajo, estructurado de esta manera, si bien posee un alcance descriptivo–analítico, incluye entre los resultados una clasificación de las distintas modalidades de acarreo, trayectos, elementos recolectados y comercialización de los mismos. Se han incorporado, también, algunos fragmentos de los relatos de los propios actores involucrados, con sus valoraciones acerca de la actividad en general y sobre los resultados socio-económico y ambientales que arroja. El último apartado contiene puntos de discusión y recomendaciones sobre acciones que debieran materializarse para el mejoramiento integral de la actividad.
1 CHABALGOITY, Manuel y otros (2006): Gestión de Residuos Sólidos Urbanos, un abordaje territorial desde la perspectiva de la inclusión social, el trabajo y la producción”. Pampa, Revista Interuniversitaria de Estudios Territoriales. Año 2, Nº 2, Santa Fe, Argentina, UNL (pp. 37-84). 2 CEPAL GT Z (2012): “Gestión ambientalmente adecuada de residuos sólidos. Un enfoque de política integral”. Hernán de la Fuente. (Compilador). Chile. 3 3 Cifra obtenida a partir de los datos definitivos del Censo 2010. INDEC (2011) y Municipalidad de General Pueyrredón (2012). Población total del Partido de General Pueyrredón: 614.350 hab. 4 INDEC (2002): Censo nacional 2001.
5 INDEC (2013): EPH, varias ondas. Datos para el Conglomerado Mar del Plata-Batán, en www.indec.gov.ar
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6 Página oficial de la Agencia de Recaudación de la Provincia de Buenos Aires – ARBA-, (2010): Departamento de Propiedad Inmueble, análisis estadístico para la organización territorial del Censo 2010.
Fil: Barabino, Nélida Margarita. Universidad Nacional de Mar del Plata. Facultad de Humanidades. Departamento de Geografía; Argentina.