Descripción:
A comienzos del siglo XVIII la Guerra de Sucesión española (1700-1715)
constituye un conflicto de central importancia y la firma de los tratados de Utrecht que le ponen fin tiene consecuencias de alcance internacional. En este trabajo, se aborda un aspecto que ha sido escasamente estudiado: los festejos por la paz escondían que, en realidad, no todos estaban de acuerdo con el resultado de las negociaciones. Después de la ocupación de Barcelona en 1714, muchos austracistas mantendrían sus ideales en numerosos escritos políticos que alternan providencialismo y decepción.