Acomienzos de los setenta, en el marco de una movilización social generalizada, se produjo la radicalización de algunos sectores del movimiento
obrero en ciertas provincias del interior del país. Con sus matices y diferencias ideológicas, tuvieron en común el cuestionamiento a las dirigencias sindicales consideradas burocráticas y ajenas a los intereses obreros, el ejercicio
de distintas formas de democracia y de participación así como la promoción de una
organización más autónoma, que fortaleció la representación local frente a la centralización característica del modelo sindical. (...)
Fil: Sangrilli, Carla. Universidad Nacional de Mar del Plata. Facultad de Humanidades. Departamento de Historia; Argentina.