En esta tesis se estudian las tres operaciones a través de las cuales ciertos intelectuales de principios de siglo XX en Argentina intentan conformar la literatura nacional como un corpus simbólico de gran potencia pedagógica: coleccionar, narrar y estudiar. En ese contexto, para muchos es prioritario consolidar una identidad cultural que cohesione una sociedad heterogénea y caótica, y la construcción de las letras nacionales se delimita como un valioso dispositivo para lograrlo. Mediante la colección, la narración y la educación se entreteje en ese momento un entramado discursivo que configura una entidad inexistente hasta entonces. Por esto, estas maniobras son presentadas como prosopopeyas, ya que en todos los casos construyen y otorgan voz a un corpus que no era tal hasta que esto se concreta. La literatura nacional requiere de una nación que le dé sustento y origen, pero recíprocamente, la nación necesita de una literatura que testimonie su existencia. Ambos polos se conciben como causa y consecuencia simultáneamente, lo cual plantea un desafío retórico importante a quienes intentan definirlos. El primer capítulo estudia las colecciones “La Biblioteca Argentina”, dirigida por Ricardo Rojas, y “La cultura argentina”, dirigida por José Ingenieros, e indaga cómo estos proyectos editoriales buscan encontrar lo que vale la pena rescatar; recortar y tomar lo que se considera valioso; ubicarlo en un itinerario de lecturas con un propósito estético y político; prologarlo, diagramarlo, etc. El segundo capítulo titulado “Narrar”, trabaja a partir de textos ensayísticos y narrativos de R. Rojas, L. Lugones y J. Ingenieros que aspiran a escribir un relato que hilvane esa colección, la ordene, indicando causas y consecuencias, construya a los protagonistas, a los héroes, a los personajes secundarios e instaure una secuenciación, períodos, movimientos, etc. Finalmente, en el último capítulo se estudian artículos de la prensa especializada, ensayos y publicaciones pedagógicas que pretenden intervenir a partir de estas colecciones e historias con el fin de delimitar un protocolo de lectura que construya determinada subjetividad nacional y política, en tanto pautan líneas de acción a partir de ese canon de lecturas.